“Yo fui en busca del gaucho y sin proponérmelo
salí a mi propio encuentro . Estas fotografías son el
resultado de este doble descubrimiento”.
Luis Fabini
El fotógrafo uruguayo Luis Fabini inaugura el
LAB17_Campo en el Centro Cultural de España en
Montevideo con la muestra: Vaqueros de América, con
la que destinó diez años de su vida a investigar y
recorrer América de Sur a Norte y retratar a los
vaqueros de países como Chile, Brasil, Uruguay,
Ecuador, México, Estados Unidos y Canadá.
En Canadá y Estados Unidos se lo conoce por Cowboy,
en Méjico es el Charro, en Colombia y Venezuela es el
Llanero, en Ecuador es el Chagra, en Perú es el
Chalán y en Chile es el Huaso. Brasil tiene al
Gaúcho, al Pantaneiro y al Vaqueiro, y en Uruguay y
Argentina le llaman Gaucho.
Luis Fabini destinó una década a retratarlos en este
proyecto llamado Vaqueros de las Américas que se
refleja en una publicación con la que ha recorrido
diferentes rincones del mundo donde nos ofrece su
visión de la forma de vida del singular tipo humano
que es el Gaucho.
Una obra en la que se presenta la vida de estos
hombres a caballo, en su entorno más cotidiano, en
paisajes únicos que llevan a un viaje hacia el
corazón de la vida rural. Fabini convivió durante
meses con gauchos de toda América, adentrándose en
sus costumbres, formas de ver el mundo, de
relacionarse con el entorno, con los animales, de
vivir su libertad,… Fabini documenta con sus
fotografías lo que queda de de aquellos hombres y lo
que hoy significa ser un Gaucho.
El gaucho existe. Anda del Río Negro hacia el
Norte, en las regiones menos habitadas del Uruguay.
Zona de basalto, de parajes desolados, donde la
mirada se pierde por extensiones de tierra intocada y
grandes espacios abiertos que exigen al espíritu esas
mismas dimensiones.
Luis Fabini
Luis Fabini (Montevideo, 1965) su vida
transcurrió entre América del Sur, Europa y Estados
Unidos. Su interés en la fotografía despertó cuando
su padre le regaló una cámara durante una travesía
que ambos emprendieron a través de los Andes. A sus
veinte años trabajó como guía de trekking y fotógrafo
en Sudamérica, luego dirigió y produjo documentales y
más tarde trabajó como fotógrafo de moda y viajes.
Sus fotografías han sido expuestas en exposiciones
individuales en Brasil, Japón, Uruguay y Estados
Unidos.
Un día, compartiendo unos mates con un gaucho
viejo, le pregunté: “¿Qué es el gaucho?”. Luego de un
largo silencio me dijo: “El gaucho es el terrón que
pisa”. Lo comprendo al instante: el hombre se crea a
semejanza de lo que hace. Es uno con lo que hace. Sus
palabras quedaron resonando en mí y no solo se
convertirían en el pilar de mi trabajo también serían
mi inspiración y brújula al embarcarme en este
trayecto de diez años por el norte y sur de América,
fotografiando los diferentes grupos de hombres de a
caballo del continente americano.
Luis Fabini
Los Laboratorios del CCE, se proponen como un
ámbito para reflexionar sobre algunos de los temas
mas significativos y urgentes de la sociedad
contemporánea. En esta edición el
laboratorio_17/Campo se va a centrar en la vida fuera
de las ciudades. Les proponemos acercarnos a lo que
llamamos el interior del país, ese espacio cuasi
deshabitado que es parte de nuestra cultura y de
nuestra tradición, pero que es también el polo
productivo de un país agropecuario.
Hablar del campo, nos lleva a pensar en la producción
de alimentos, uno de los temas prioritarios a nivel
internacional, reflexionar sobre el uso del agua, del
territorio, sobre los usos y la producción
energética, o la relocalización rural-urbana. De la
contaminación y el cambio climático, de la finitud de
los recursos naturales y de responsabilidades éticas
que exceden nuestro tiempo vital. También nos invita
a pensar en las tradiciones y los oficios y en los
cambios que se suceden a partir del avance
tecnológico. Explorar cuestiones de género, el rol de
la mujer y su aporte económico, la desigualdad, la
educación, la inserción laboral, el crecimiento y la
movilidad social. No podemos dejar de considerar la
ilusión del campo, la ensoñación metafísica de volver
a lo esencial, de conectarnos con la naturaleza y
alejarnos de esas ciudades que tanto ansían unos y
que a tantos desplaza.