MUESTRA
Joaquín Torres García
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Pintura
El pasado jueves 28 de julio se
celebraron los 25 años del
Museo Torres García en su sede de
Ciudad Vieja (Peatonal
Sarandí 683).
Se inauguró en ese mismo evento la
muestra "Pintura" con obras
de Joaquín Torres García que hace
muchos años que no se
exponían. Los invitamos a visitar
nuestro segundo piso donde
se exhibe.
Pintura
Presentación
Al hablar de Torres solemos hablar
sobre teorías, y no nos
dejamos sorprender, por ejemplo, por
lo rápido que un joven de
17 años sin ninguna formación
artística adquirió los saberes
del oficio tradicional, y lo temprano
que decide que en la
pintura debe haber algo más que
simplemente imitar la
realidad.
Pero, ¿qué es la pintura? Pintura es
un término engañosamente
simple y concreto. Para un niño, es
esa materia colorida con
que puede expresarse plásticamente;
para un albañil, un
material de trabajo. Para la academia
en cambio, la palabra
pintura define no solamente a los
cuadros pintados! , si no
que es una categoría aplicable a
cualquier técnica que genere
una imagen, independientemente del
tipo de soporte.
Torres García sentía la pintura como
entidad viva; una
tradición de saberes con su propia
historia y sus reglas
silenciosas que iban más allá de la
técnica o de la voluntad
de representación mimética. En 1919
Torres escribe que “La
pintura no es el representar, ni la
manera de representar. Es
aquello absoluto por medio de lo cual
las cosas toman cuerpo
en la representación”. La pintura no
es pues el mero producto
del oficio, si no que es un ideal,
algo que está en el
trasfondo del hecho plástico, que lo
anima y que le da
sentido. Pero no un sentido que pueda
ser captado por el
intelecto, sino por la intuición.
“Comprender, es sentir y ver, Ver, es
sentir y comprender,
Sentir es ver y comprender”. Para
Torres, Pintura es como
decir M&u! acute;sica; una música
visual, de armonías y
escalas ton ales, de ritmos y de
diálogos entre las formas,
una música que se comprende sin
palabras.
Posteriormente, Torres complejiza el
término aún más,
distinguiendo entre la pintura de
caballete y el Arte
Constructivo Universal. Así denomina
al arte geométrico,
planista y arquetípico, y lo
diferencia de la pintura de
cuadros, la pintura de caballete de
tradición europea. En
muchos de sus cuadros constructivos
Torres minimizará la
presencia de lo pictórico para
priorizar el aspecto planista,
estructural y arcaico de las obras. La
exposición Pintura
busca en cambio, dirigir la mirada a
lo puramente pictórico de
la obra de Torres, al artista que cada
tanto se liberaba de la
necesidad de ofrecer una visión
trascendente del mundo, para
simplemente pintar.
Textos de Sala
Pintura pintura
En 1926 Torres García se instala en
París con su esposa y !
cuatro hijos, iniciando la que luego
recordará como la etapa
más feliz de su vida. El competitivo
ambiente artístico lo
estimula enormemente, y debe ganarse
un lugar entre los
grandes. Se propone hacerlo a pura
pintura, y se entrega a una
actividad frenética, haciendo lo que
en ese entonces se
llamaba Pintura-pintura, es decir
pintura sin literatura;
pintura directa, densa, sensual. 1928
será el año más
prolífico de su trayectoria, y por
primera vez en su vida de
pintor Torres García puede mantener a
su familia únicamente
por la venta de sus cuadros, sin tener
que dar clases o
fabricar juguetes. En la pintura de
los años 27, 28 y 29,
justo antes de la creación del
Universalismo Constructivo, la
temática no importa pues es mero
pretexto para realizar
diversos abordajes al hecho plástico;
abundan los bodegones,
paisajes y diversos personajes reales
o imaginarios, pero el
protagonista siempre es la materia
pictórica.
Hijos
El retrato de sus hijos, Torres García
se permite realizar un
buen ejercicio casi didáctico: a la
vez que los rostros están
pintados, en particular el de Olimpia,
con un síntesis
extraordinaria –con reminiscencias de
los mejores logros de
tema análogo de los grandes
impresionistas–, esa síntesis
representativa se integra y por lo
tanto se dispersa como
imagen en el juego de colores del
damero del fondo.
Retratos de Nueva York
Al instalarse en nueva York en 1920,
Torres García se
diversifica; además de fabricar sus
juguetes, hace decorados
para teatro, realiza esténcils, diseña
afiches publicitarios y
decora una iglesia. Y también se
propone como retratista,
realizando algunos autorretratos y
retratos de amigos y
familiares como muestra de sus
destrezas en un lenguaje que no
es precisamente el que más le interesa
practicar, ya que en
Torres hay una compleja relación de a!
dmiración y rechazo, de
tentación y resistencia con lo que
llama la pintura de la luz
(pintura de la apariencia). Ese es el
caso de los retratos de
Manolita y de Augusto, pintados con
gran habilidad en un
oficio que podría ser considerado
tradicional y que Torres
García solamente se avino a mostrar en
contadas oportunidades.
Juguetes
En 1919 Torres Garcia le escribe a su
amigo Barradas que lo
que hacen los niños me interesa más
que nada. Voy a meter toda
mi pintura en los juguetes. Los
juguetes configuran a partir
de entonces un laboratorio formal
donde Torres García
investiga soluciones plásticas que
indagan sobre la
descomposición de las formas de una
manera que no violente la
integridad del objeto. Toda la obra de
Torres ocurre en el
equilibrio entre dos polos; de una
parte la libertad creativa
y el juego, y por la otra, la búsqueda
de una correspondencia
entre la obra y principios de un! idad
y armonía con la
totalidad.
Fuente: MTG
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Artista(s) / Muestra |
Lugar... |
Horarios |
Joaquín Torres García |
Museo Torres García
Peatonal Sarandí 683
tel.
9162663 |
Lunes a viernes de 10h a 18h. Sábados de 10h a 18h.
Del:
28/07/2016
Hasta:
31/12/2016 |
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