Mensaje de la Dra. María Julia Muñoz
Ministra de Educación y Cultura
LA ARQUITECTURA EN EL URUGUAY
100 años de la Facultad de Arquitectura
Este año, como hace exactamente una veintena, nos
reencontramos para festejar el Día del Patrimonio,
una de las fiestas de significación popular de mayor
convocatoria pública y mayor raigambre en la
población del país.
La arquitectura, que ha sido la base normal del
festejo, abriendo en años anteriores las puertas de
sus mejores ejemplos, hoy nos convoca con un
lema integrador tanto geográfico como cultural.
Con “la arquitectura en el Uruguay” invitamos a los
uruguayos a mirar y releer las arquitecturas menos
promocionadas, menos brillantes, pero no por ello
menos importantes para la construcción de
nuestras identidades culturales.
Las muestras arquitectónicas, simples o elaboradas,
modestas o ampulosas, urbanas o rurales, nos
permiten reconocernos en la aventura, más que
centenaria, de la que somos participantes
indispensables: construir en armonía física,
espacial, social y cultural nuestro territorio,
nuestras ciudades, nuestros centros de enseñanza,
de esparcimiento y de producción y nuestras
propias habitaciones.
Además, en este año nos plegamos al festejo de los
100 años de la promulgación de la ley de creación
de la Facultad de Arquitectura, resultado natural de
un proceso rápido y calificado. Haciendo historia, la
Facultad de Matemáticas fue creada en 1885 para
desarrollar los estudios correspondientes al
doctorado en Matemáticas, y en el 90 se le agregan
los cursos anexos entre los cuales uno era el de
Arquitectura.
Con el tiempo aumentó la jerarquía de los estudios
técnicos y artísticos de la rama arquitectónica y con
el aporte de egresados con estudios europeos y
extranjeros que se radicaron en el país, se crearon
las condiciones para que, tempranamente en el
ámbito latinoamericano, el país contase con un
sistema terciario para el aprendizaje de la
arquitectura.
Este singular y centenario proceso ha permitido un
desarrollo de nuestro entorno habitado tan
calificado como reconocido internacionalmente. Las
prácticas de la arquitectura, inducidas cada vez más
por realidades y circunstancias cambiantes no por
ello deben de perder la vigencia milenaria de la
disciplina: solidez, utilidad y belleza.
Estas dos jornadas que compartiremos nos
permitirán, también, mirarnos en el porvenir, en
cuanto el patrimonio es pasado proyectado al
futuro.